La población gallega en riesgo de pobreza se eleva hasta el 20%.
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agencias – ATLANTICO - 22/jul./20
El 41% de hogares no puede ir de vacaciones y el 5,7% tiene mucha dificultad para llegar a fin de mes
nnn El 20% de la población gallega, unas 540.000 personas, vive en riesgo de pobreza en 2019, según la "Encuesta de Condiciones de Vida" publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta tasa se incrementa en más de un punto respecto al año 2018, cuando la cifra de riesgo de pobreza se situaba en el 18,8%.
La población en esta situación en Galicia (el 20%) es muy similar al dato registrado en España (20,7%). Ocupa el octavo puesto entre comunidades. Las tasas más elevadas se dieron en Extremadura (31,5%), Andalucía (31,3%) y Canarias (28,5%), mientras que la Comunidad Foral de Navarra (7,7%) y País Vasco (10,0%) presentaron las más bajas.
En cuanto a la tasa Arope de riesgo de pobreza o exclusión social -que se construye con la población que se encuentra en riesgo de pobreza o con carencia material o con baja intensidad en el empleo-, en Galicia se sitúa en el 24,3%, un punto por debajo de la media (25,3%). Las tasas Arope más elevadas se dieron en Extremadura (37,7%), Andalucía (37,7%) y Canarias (35,0%). Por su parte, Comunidad Foral de Navarra (11,7%) y País Vasco (14,4%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas.
DIFICULTADES FIN DE MES
Por otra parte, en Galicia el 5,7% de los hogares tiene mucha dificultad para llegar a fin de mes, dos puntos por debajo de la media nacional del 7,7%. Además, según esta encuesta del INE, el 26,3% de las familias de Galicia no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (la media nacional es del 33,9%) y el 4,8% reconoce retrasos en los pagos relacionados con la vivienda, por debajo de la media (6,9%).
Asimismo, indica que el 40,8% de los hogares gallegos no puede permitirse irse de vacaciones fuera de casa una vez al año (33,4 por ciento en el resto del país). Los ingresos medios anuales netos por persona en Galicia se situaron en 11.218 euros, por debajo de la media nacional, que es de 11.680 euros.
El 34,2% de los adultos que vivían en hogares con una situación económica mala o muy mala en la adolescencia tiene ingresos muy bajos en la actualidad, mientras que el 9,4% tiene ingresos muy altos, según una encuesta de 2019 deINE.
Esta diferencia en los porcentajes correspondientes a 2019 es superior a la obtenida en la encuesta de 2011 (30,2% con ingresos muy altos y 12,1% con ingresos muy bajos). Así se desprende de los resultados de la "Encuesta de Condiciones de Vida" que el pasado año, como en 2011, incorporaba un módulo sobre transmisión intergeneracional de la pobreza.
Las preguntas se han dirigido a personas de 25 a 59 años y están relacionadas con algunas características de los hogares en los que vivían cuando eran adolescentes. De esta forma, el estudio realizado por el INE apunta que el 13,2% de los adultos que vivían en hogares con una situación económica buena o muy buena tiene ingresos muy bajos en la actualidad, mientras que el 29,9% dispone de ingresos muy altos. La diferencia en los porcentajes es similar a la de 2011 (13,9% con ingresos muy bajos y 31,2% con ingresos muy altos).
Respecto al nivel de formación, el estudio señala que de los adultos que vivían en hogares con una situación económica mala o muy mala, un 26,9% tiene ahora educación primaria o inferior y un 15,8% educación superior. No obstante, la brecha es menor que en 2011, cuando un 37,2% tenía educación primaria o inferior y un 15,2% educación superior.
Por su parte, solo el 3% de los adultos que vivían en hogares con una situación económica buena o muy buena tiene educación primaria o inferior y un 56,5% educación superior. En este caso, la diferencia de porcentajes sí es superior a la de 2011 (7,9% con educación primaria o inferior y 46,0% con educación superior). La recogida de datos de esta encuesta anual se produjo en el tercer cuatrimestre de 2019, sobre una muestra efectiva formada por unas 40.000 personas. Se trata de una encuesta panel en la que las personas entrevistadas colaboran cuatro años seguidos. n