
Llega a Vigo la comunidad de millonarios flotantes
Solo tres pasajeros españoles viajan a bordo del crucero más lujoso del mundo, «The World»
vigo / la voz, 16 de julio de 2016. Actualizado a las 14:40 h. 5
El número de pasajeros cambia prácticamente en cada puerto, ya que van embarcando y desembarcando a su antojo. A Vigo llegan 157, para 36 de los cuales será el destino final, aunque el lunes zarparán 184, ya que está previsto que se incorporen a la singladura 63.
La edad del pasajero tipo ronda los 50 años, aunque en esta ocasión viaja algún niño de 10 y algún abuelo de 87, entre los que solo hay tres españoles. La mayoría son estadounidenses. Imposible conocer sus nombres o profesiones, lo que sí se sabe es que ninguno tiene en su cuenta corriente menos de siete ceros. Algunos comercios de la ciudad ya han tenido oportunidad de contemplar en directo sus tarjetas de crédito Centurión o Palladium, ya que esta es la tercera ocasión en la que el barco hace escala en Vigo, lo cual significa que las dos anteriores quedaron satisfechos, ya que el recorrido -da la vuelta al mundo cada dos o tres años- se elige por votación entre los pasajeros y el capitán.
Como a cualquier viajero, les gusta conocer los paisajes, las costumbres y los sabores de los lugares que visitan. A tenor de las excursiones programadas, por Vigo patearán lo justo y lo típico: el monte de O Castro y el Casco Vello. En Baiona degustarán cervezas artesanas y tapas de mercado y tendrán oportunidad de contemplar la procesión del Carmen. Quieren descubrir los misterios que entrañan las bateas y con tal motivo, han programado una ruta en catamarán por aguas de Cambados y O Grove. Y habrá visita a bodegas, en este caso en Salvaterra. Así verán en directo dónde y cómo se custodian dos de los vinos que han pedido incorporar a la cava del yate: Sanamaro y Pazo San Mauro.
Finalmente, entre unos hoyos en el campo de golf de Domaio, unos chequeos médicos en Fátima o una cena en el único restaurante con estrella michelín de la ciudad, también han encontrado hueco para hacer un pequeño tramo -5 o 6 kilómetros- del Camino de Santiago, con recorrido posterior por los tejados de la catedral y cóctel en el hostal de los Reyes Católicos.