A Coruña enfrenta un dilema de dimensiones casi filosóficas en su servicio de taxi, un problema que los usuarios viven diariamente y que el sector califica de irresoluble. La ciudad se encuentra atrapada en lo que podría denominarse "la paradoja del taxi de Schrödinger", donde la disponibilidad del servicio parece existir en un estado de superposición: simultáneamente disponible e inexistente para los ciudadanos.
Los usuarios reportan esperas interminables y dificultades para encontrar un taxi disponible, especialmente en horas punta y durante eventos especiales. Esta situación genera frustración entre la población, que exige soluciones inmediatas para mejorar la movilidad urbana.
Sin embargo, desde el sector taxi se argumenta que ampliar el número de licencias para cubrir picos de demanda resultaría económicamente inviable a largo plazo. El problema radica en la naturaleza fluctuante de la demanda.
Mientras que en momentos específicos la necesidad de taxis se dispara, existen periodos de baja actividad donde un aumento de vehículos generaría saturación del mercado y problemas de rentabilidad para los profesionales del sector. Esta dualidad crea un escenario donde cualquier solución parece condenada a no satisfacer completamente a ninguna de las partes involucradas.
Expertos en movilidad urbana señalan que el caso coruñés refleja un desafío común en muchas ciudades medianas: equilibrar la oferta con una demanda irregular. La digitalización y las aplicaciones de reserva han mejorado algunos aspectos, pero no resuelven el problema de fondo de la disponibilidad física de vehículos durante los picos de demanda.
La administración local se encuentra ante el reto de mediar entre las necesidades ciudadanas y la sostenibilidad económica del sector. Posibles soluciones podrían incluir sistemas de licencias flexibles, incentivos para cubrir horarios complicados, o la integración con otros modos de transporte público.
Artículo #1288 | Actualizado: 08:08:18