El resultado de las elecciones ha supuesto que el PPdeG mantenga la mayoría en la Cámara autonómica tras un primer examen ante las urnas de Alfonso Rueda, que el candidato popular superó con nota, con un porcentaje de voto por encima del 47%. Además, el proceso electoral ha traído una importante renovación a un hemiciclo que será de nuevo mayoritariamente femenino y en el que para casi la mitad de los parlamentarios electos la sesión de constitución de la XII Legislatura, que se celebrará el 18 de marzo, supondrá el debut en el Legislativo gallego. En concreto, así será para 33 de los 75 componentes del nuevo Pazo do Hórreo. Sin embargo, no todos estos debutantes son caras nuevas para la opinión pública. Entre ellos hay un exministro del Gobierno estatal, un exrector universitario, conselleiros del Ejecutivo gallego, exalcaldes e incluso un personaje televisivo.

El PP ha gobernado siempre en Galicia salvo dos paréntesis (seis años). Fraga estuvo al frente de la Xunta quince años y medio y entre Feijóo y Rueda estarán otros 20 más de manera consecutiva. ¿Qué hay detrás de estas victorias encadenadas? ¿Qué sustenta el triunfo de Alfonso Rueda? Pues, entre otras razones, la tremenda maquinaria electoral del PP, que tiene entre sus activos el contar con un ejército de cargos y militantes que peinan el territorio y con presencia en todos los ayuntamientos. De hecho es el único partido que en las elecciones municipales es capaz de presentar candidatura en todos los concellos.

Xosé Ramón Quintana Garrido é historiador e un dos maiores expertos ena traxectoria do BNG. A súa obra Un longo e tortuoso camiño: adaptación, crise e cambio no BNG 1971-2009 obtivo o premio Ramón Piñeiro de ensaio.

Xosé Ramón Quintana Garrido é historiador e un dos maiores expertos ena traxectoria do BNG. A súa obra Un longo e tortuoso camiño: adaptación, crise e cambio no BNG 1971-2009 obtivo o premio Ramón Piñeiro de ensaio.

“El corte generacional es lo que importa ahora. Tenemos una generación adecuada para este tiempo. Esa es la clave, no los mitos sobre la vieja guardia de la UPG”. Un alto dirigente del BNG resumía de esta manera el sentir actual de una organización que ha logrado superar el 30% de votos en Galicia, una frontera reservada hasta ahora para las fuerzas estatales (UCD, PP y PSdeG), con un ideario “transformador”, un término para aludir a sus demandas de independencia, cambios estructurales en el sistema económico y una lucha a favor de las clases populares.

“El corte generacional es lo que importa ahora. Tenemos una generación adecuada para este tiempo. Esa es la clave, no los mitos sobre la vieja guardia de la UPG”. Un alto dirigente del BNG resumía de esta manera el sentir actual de una organización que ha logrado superar el 30% de votos en Galicia, una frontera reservada hasta ahora para las fuerzas estatales (UCD, PP y PSdeG), con un ideario “transformador”, un término para aludir a sus demandas de independencia, cambios estructurales en el sistema económico y una lucha a favor de las clases populares.

A las pocas horas de que algunos de ellos abandonaran el hotel compostelano tras la fiesta de la noche electoral, el PPdeG los volvió a citar a primera hora de la tarde, en el mismo sitio, para celebrar una junta directiva que básicamente consistió en dar lustre a una “victoria inapelable”, homenajear al candidato a la Presidencia de la Xunta en presencia del presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, y declarar abierta “de manera indiscutible” en la formación conservadora la “era Rueda”, en palabras de la secretaria xeral y directora de la campaña, Paula Prado.

El BNG trata de sacudirse la mezcla de alegría y decepción que le generó un 18-F del que salen con el mejor resultado de su historia, con 6 diputados más que en 2020 hasta alcanzar los 25, pero el fracaso en el objetivo de lograr la Presidencia de la Xunta en el momento en que creían percibir al PP más débil, pues estrenaba candidato, Alfonso Rueda, y arrastraba la incapacidad de Feijóo de llegar a Moncloa. La fe en que esta era su gran oportunidad se desvaneció de golpe ante un PP que logró 40 diputados, dos por encima de la mayoría absoluta y con el 47% de votos.

Después de que en las últimas horas de este domingo, un frente poco activo haya dejado algunas precipitaciones en forma de 'orballo' en Galicia, las altas presiones han vuelto a instalar un tiempo estable y seco en la comunidad gallega con temperaturas con valores casi primaverales, especialmente en las horas centrales del día.

El BNG trata de sacudirse la mezcla de alegría y decepción que le generó un 18-F del que salen con el mejor resultado de su historia, con 6 diputados más que en 2020 hasta alcanzar los 25, pero el fracaso en el objetivo de lograr la Presidencia de la Xunta en el momento en que creían percibir al PP más débil, pues estrenaba candidato, Alfonso Rueda, y arrastraba la incapacidad de Feijóo de llegar a Moncloa.

La de ayer fue una noche de alegrías y decepciones en Galicia. Como suele pasar después de una jornada electoral que se presuponía muy reñida. Después de una campaña marcada por la posibilidad de un cambio de rumbo tras muchos años de gobierno del PPdeG, los populares volvieron a conseguir la mayoría absoluta de la mano de Alfonso Rueda. El BNG se consolidó como la única alternativa en el bloque de la izquierda, mientras que el PSOE se hundió todavía más. El partido regional Democracia Ourensana, por su parte, consiguió un único diputado. Otras formaciones como Sumar, Vox o Podemos se quedaron sin representación.

La candidata del BNG a la Presidencia de la Xunta, Ana Pontón, ha anunciado que su partido estudiará las acusaciones de terrorismo que el PP ha vertido contra su partido durante la campaña de las elecciones gallegas, considerando incluso llevarlas ante la justicia "si fuera necesario".

Tras una campaña en la que la izquierda transmitió la posibilidad de un cambio en la Xunta de Galicia, los gallegos se han expresado en las urnas para conceder la quinta mayoría absoluta consecutiva al PPdeG. Los conservadores sumaron más de 700.000 votos y el 47,3 por ciento de las papeletas, lo que le ha reportado 40 escaños. Frente al dominio popular, emerge el BNG como la alternativa, tras un crecimiento que le ha llevado a romper su techo histórico: 31,5 por ciento de los sufragios y 25 diputados.

Con todo el voto ya escrutado, el resultado de las elecciones gallegas ha deparado un reparto de escaños que sitúa al PPdeG con 40 asientos, al BNG CON 25, al PSdeG con nueve y a Democracia Ourensana con uno. El Parlamento gallego vivirá una importante renovación de caras en la nueva legislatura. Sin el voto exterior no modifica la asignación de diputados —en Ourense el PSdeG se quedó a solo 112 votos de sumar uno más—, estos serán los diputados que se sentarán en el Pazo do Hórreo los próximos cuatro años:

La candidata de Podemos a la Presidencia de la Xunta, Isabel Faraldo, señaló ayer, tras no lograr representación en el Parlamento de Galicia, que “sin un Podemos fuerte no hay cambio” y anticipó que “hoy no acaba nada, hoy empieza todo”.

Los ciudadanos de la capital compostelana mantuvieron la misma tendencia en estos comicios autonómicos que en las pasadas elecciones de 2020: el PP continúa como primera fuerza más votada y aúna un 45,6% de votos, sumando 25.722 papeletas que dieron su apoyo a Alfonso Rueda, aunque con un ligero descenso que se traduciría en una bajada del 2%.

El batallón de populares que comanda Elena Candia mejoró sus resultados en número de votos (98.200), pero el retroceso en términos porcentuales retiró un diputado al PP por la provincia de Lugo. Con el 53,4% de los sufragios, la formación conservadora no pudo retener el histórico 54,6% que había cosechado en el año 2020, aunque sí superó con holgura los apoyos de las tres elecciones anteriores. A excepción de tres concellos (Ribeira de Piquín, Negueira de Muñiz y Pedrafita do Cebreiro, las tres para el PSdeG y rara avis en el conjunto de la comunidad), la plaza provincial fue monocolor.

Más del la mitad de los lucenses que han votado en colegios electorales de la ciudad han dado su voto al Partido Popular. Con más del 50% de las papeletas a favor de la lista que encabeza el presidente Alfonso Rueda, el PPdeG ha ganado las elecciones en la capital de la provincia. Los populares bajan ligerísimamente en porcentaje de voto (-0,38% que se explica por el aumento de la participación). Los 26.531 sufragios de los populares están lejos de los 14.024 del BNG pero la lista nacionalista con el 26,7% del porcentaje de votos, crece 3,3 puntos en la capital. Precisamente, el BNG se sitúa como segunda fuerza, a pesar de la que la Alcaldía esté en manos socialistas y que, precisamente, una de las diputadas del Parlamento de Galicia (serán 2 actas para el PSdeG) sea para la exalcaldesa de Lugo Lara Méndez

Sumar, el partido de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha pinchado en su ciudad, Ferrol. La candidatura de Marta Lois ha recibido 1.333 votos de los ferrolanos, un 4,14% del electorado total frente a la contundente victoria que ha conseguido el PP en este municipio coruñés: 14.369 apoyos y un 44,63% de los votos.

Las mayorías progresistas que predominan en la ciudad de A Coruña en los comicios locales –con una alcaldesa del PSdG– y estatales, desaparecen o al menos se reducen al llegar las elecciones autonómicas. Este domingo no fue una excepción y el PP se revalida como la fuerza más votada. Parece que los populares se alimentan de un votante fiel y Rueda ha conseguido 57.558 votos, 5.200 más que su mentor y antecesor hace cuatro años. Los populares se hicieron con el 44,7% de las papeletas; cayeron punto y medio respecto a las autonómicas de 2020, pero no por un descenso de votos (sino debido a la mayor participación, que ha ampliado, en conjunto, el espacio progresista).