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Castelao, la vaca y otros héroes.

Una vaca mira a la cámara en Vilasantar, señal en la carretera y ganado pastando en Boimorto. // Suso Arjomil.

Castelao, la vaca y otros héroes.

Una vaca mira a la cámara en Vilasantar, señal en la carretera y ganado pastando en Boimorto. // Suso Arjomil

photo_camera. Una vaca mira a la cámara en Vilasantar, señal en la carretera y ganado pastando en Boimorto. // Suso Arjomil.

Xabier R. Blanco . LA REGION - 03/abr./20

Los ganaderos blindan la entrada en las granjas para evitar que el coronavirus impida abastecer a las ciudades de productos lácteos

Galicia es meiga, mágica o retorcida, según la curva que te encuentres en el camino. Nunca deja indiferente. Y antes de que puedas cerrar la boca, es muy probable que haya una vaca contemplando el pasmo. Basta con alejarse unos kilómetros de las siete grandes ciudades. La vaca es un animal totémico que ha dado calor y sacudido el hambre en los tiempos más duros. Incluso no sería descabellado que apareciese en la bandera oficial, como el exitoso diseño de Antón Lezcano, coruñés con raíces ourensanas y deportivista impenitente. La propuesta arrasaría en un referéndum. Y no depende. Galicia da leche y es la leche.

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La serie 'A un metro' se está acostumbrando a pastar en campo amigo. Es más fácil acercarse en un momento en el que el personal desconfía hasta de su sombra cuando sale a la calle. Y buscando en la agenda aparece el escritor y doctor Miguel Anxo Seixas Seoane. Editorial Galaxia ya ha publicado el primer volumen de los tres que recogerán su tesis doctoral "Castelao. Construtor da nación". El primer tomo repasa los años entre 1886 y 1930". "Cóllesme coidando da nai e cun bolígrafo vermello na man corrixindo as probas do segundo tomo que vai de 1931 a 1939. Un tocho de 1.460 páxinas", bromea al contestar al teléfono. 

La llamada no es para profundizar en el padre político de la nación gallega, sino para entrar en la granja que tiene en Curtis. "A granxa é da miña nai, Teresa. Ten xa 94 anos pero segue sendo a dona". El matiz queda reflejado, pero un periodista en busca de reportaje puede ser 'coronavírico', aunque sin llegar a los niveles de Audasa. Por cierto, 19 días después de que se decretase el estado de alarma y el personal se encerrase en la colmena, Audasa continúa sin tener el detalle de echar una mano, como hacen otras empresas, y levantar las barreras del peaje. La concesionaria de la AP-9 prefiere aligerar el bolsillo de los currantes que realizan tareas esenciales durante la crisis sanitaria. 

"Non podemos permitir que se poña unha persoa mala porque hai que garantir o ordeño", comenta Gende

"Pois non sei se poderás entrar porque Marcial Gende non me deixa nin achegarme a min", explica con tono fastidiado al otro lado de la línea. Seixas quiere complacer al amigo, pero el gestor de la granja lleva un mes protegiendo la explotación. "Chama a Marcial e o que diga así será, é o que manda", se disculpa Seixas antes de continuar con las correcciones del segundo volumen que pronto, si el estado de alarma no se prorroga, llegará a las librerías. 

Horas más tarde, Marcial Gende devuelve la llamada perdida. "Acabo de saír de alí e non vai ser doado. Nin eu fun a zona de ordeño porque hai que ter moito coidado para que o coronavirus non entre na granxa". La insistencia del periodista logra una prórroga como la del estado de alarma. "Mañá teño que ir a outra granxa, falo con eles o as nove da mañá dígoche o que decidan". A la hora convenida, con puntualidad fraguiana, le vuelve a sonar el teléfono, pero las noticias son las que esperaba: "Agora é imposible, dentro duns días pode ser, pero agora non, a xente non ten moito ánimo".

Optimismo

La página cambia de rumbo. Marcial Gende contará cómo es el trabajo dentro de las explotaciones y el periodista se acercará a la zona de Curtis y de Vilasantar para conseguir una imagen del día de las vacas pastando. "A xente ten medo porque son granxas moi grandes, teñen empregados e se unha persoa colle o coronavirus teñen un problema gordo porque isto non pode parar, hai que muxir as vacas  todos os días". Ordeñar, recoger la hierba para alimentar el ganado en verano, volver a plantar... Son héroes que siguen con los pies y manos en la tierra para que en las estanterías de los supermercados en las ciudades no falten los productos lácteos. 

"Hai preocupación, pero tampouco quero transmitir pesimismo porque é o que menos necesita a sociedade agora"

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"As medidas son máximas, incluso ordeñan con mascarilla. A produción segue sendo a mesma, pero hai moita preocupación. Os hábitos de consumo están cambiando, había esperanzas de que melloraran un pouquiño os prezos e de repente pasa isto", prosigue Gende, experto gestor de explotaciones ganaderas según había adelantado Seixas. "Pero tampouco quero transmitir pesimismo porque é o que menos necesita a sociedade agora", proclama antes de colgar el teléfono. 

En el país de las 120.000 explotaciones ganaderas y con más cabezas de reses que habitantes no resulta difícil conseguir la imagen de una hermosa vaca. En una pradera de  Ril, parroquia de Vilasantar, las vacas incluso se acercan al periodista. Ellas observan, el que mira queda pasmad

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