Galicia produce entre el 10 y el 20 % de los diferentes tipos de carne que se crían España.
UPA presenta su anuario del 2019 y reivindica una legislación específica para la agricultura familiar porque, asegura, es el que contribuye a fijar población en el medio rural
J. M. CASAL - M. Alfonso - Redacción / La Voz 22/06/2019 05:00 h
La crisis provocada por el despoblamiento de España fue la protagonista del acto de presentación del anuario de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), editado por la Fundación de Estudios Rurales. Y es que, en opinión del sindicato, es la agricultura familiar la única capaz de frenar este fenómeno. Los pequeños agricultores y ganaderos son un modelo de futuro, argumentó la organización, «porque somos sostenibles, porque llenamos de vida los pueblos y porque podemos ser rentables si nos dejan». La publicación deja clara la relevancia de Galicia en este sector. En la comunidad se producen entre el 10 y el 20 % de los diferentes tipos de carne de España, así como un porcentaje importante de otros cultivos como la patata o la manzana. En la presentación del anuario participó también el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien destacó que la agricultura familiar juega un papel fundamental para mantener la población del medio rural en las zonas más despobladas.
«El despoblamiento no es un problema exclusivo de los agricultores. Los agricultores y ganaderos somos gran parte de la solución al despoblamiento», defienden desde UPA. Por eso apuestan por la puesta en marcha de políticas transversales de lucha contra «esa lacra que está vaciando los pueblos de España». Consideran que «entre todos debemos lograr que políticas como la PAC sirvan para luchar contra la desigualdad, favorecer el relevo generacional y conseguir una rentabilidad justa para los productores», «Vivir en un pueblo produciendo alimentos no puede ser una utopía, debe ser una opción de vida protegida y apoyada con políticas y presupuesto por su fragilidad, y porque es imprescindible si queremos promover una sociedad justa y sostenible», argumentan.
El anuario de la UPA realiza un balance de cómo fue el año para el sector agroganadero por comunidades autónomas. Y ahí queda de relieve el peso del sector gallego en el conjunto de España. Dentro del sector ganadero, los cuatro subsectores más importantes son el bovino de carne, las aves, el porcino y los conejos. En ellos tiene un la comunidad gallega tiene un especial peso en el conjunto del Estado. Y es que el pasado año se crió en Galicia el 11 % de la producción de carne de vacuno a nivel nacional, el 12 % de la de pollo y el 22 % de la de conejo. Los tres sectores tuvieron precios mejores que el año precedente, aseguran en el anuario. Queda al margen el porcino, donde las cotizaciones fueron peores.
Menos patata, mejor precio
Positivo fue el balance en algunos cultivos agrícolas. Por ejemplo, en los forrajeros. Galicia produjo el 50 % del maíz forrajero nacional, así como el 6 % del sorgo y el 3 % del centeno. La cosecha fue mucho mejor que la de años precedentes. No ocurrió lo mismo con la patata. La producción volvió a ser inferior a la del ejercicio anterior y solo se produjeron 368.000 toneladas, un 16 % menos. Por fortuna, los precios fueron mejores, con lo que el balance es positivo. Hubo también mejores resultados para las hortalizas, sobre todo, en aquellos cultivos en los que destaca la comunidad, como el pimiento. Hasta el 6 % del total que se recoge en España se produjo en Galicia.
Entre las frutas destaca la espectacular cosecha de kiwi, asegura la memoria del anuario, que fue un 54 % mayor a la del 2017. En la comunidad gallega se produjo el 58 % del total de España. En cambio, las de pera, manzana y manzana para sidra fueron peores que las del ejercicio anterior. Y es que la comunidad se produce el 10 % del total de manzana de España. También se produjo menos castaña, un 10 %, y menos nuez, un 7 %, aunque se mantuvo la cosecha de limón, que supone el 1 % del total nacional.
En cuanto al empleo, el anuario recoge también los datos de la Encuesta de Población Activa. En el último trimestre del 2018 había 73.300 ocupados en el sector agrario de la comunidad, un 7 % menos que durante el mismo período del año pasado. Respecto a la Seguridad Social, los afiliados en el sector agrario eran 40.634, lo que supone un 3,54 % del total nacional.