Vacas y montes para el nuevo gas verde con sello gallego
La comunidad empieza a explotar los residuos de las explotaciones ganaderas y de la actividad forestal para generar combustible ecológico. Elabora actualmente el 4 % del biogás de España
Ferrol / La Voz 17/03/2019 05:00 h
Galicia, en donde hay ya casi más cabezas de ganado que personas, tiene ante sí el reto de posicionarse a la vanguardia de la economía circular dando nueva vida a los residuos de su potente sector primario. Gestionar los desechos de las explotaciones ganaderas no solo ayudará a resolver un problema medioambiental, el tratamiento de los purines, sino que posibilitará la producción de energías verdes, para el autoconsumo, para ser inyectadas en las redes de transporte de gas o para ser utilizadas en otros sectores, como el transporte, y la producción eléctrica. El gas renovable -tanto el biogás como el biometano- emerge con fuerza en este escenario y ya están en marcha varios proyectos en la comunidad para favorecer su producción a través del procesado de varios tipos de residuos, como los forestales, los ganaderos y los procedentes de los vertederos de residuos sólidos urbanos y de las estaciones de depuración de aguas.
Galicia produce actualmente el 4 % del gas renovable que se produce en España, según las cifras que maneja la Consellería de Industria, aunque aún le queda mucho camino por recorrer si se mira en el espejo europeo, en países como Alemania, Suiza, Reino Unido o Dinamarca, Suecia o Finlandia, con una industria de producción de este combustible muy madura y extendida y con alrededor de medio millón de plantas conectadas a sus respectivas infraestructuras de suministro.
Compañías energéticas, operadores, consultores y administraciones coinciden al señalar que la legislación comunitaria para el tratamiento de los residuos, por ejemplo los purines, es la que está actuando ya como un faro para iluminar la senda para impulsar este tipo de economía circular. Así, desde enero del 2018 está prohibido esparcir los purines por el aire -aunque en Galicia existe una moratoria de dos años para la entrada en vigor de estas restricciones- debido a las elevadas emisiones de metano a la atmósfera que este proceso trae consigo. La construcción de plantas en las que tratar esos residuos de los animales se erige como una oportunidad para resolver ese problema ambiental a la par que se obtiene un nuevo abono de mayor calidad que el vertido actualmente al campo.
Orixe Galicia - Purín, oro negro de las granjas gallegas - X. r. alvite
No obstante, si bien existe unanimidad sobre la conveniencia de producir este tipo de gas verde en el sector energético y en la administración, no es así entre los profesionales del sector ganadero. David Arnoso, presidente de la Asociación de Gandeiros Prolega (Produtoras e Produtores de Leite en Galicia), ve con buenos ojos, sobre todo desde el punto de vista medioambiental, la generalización de este tipo de terminales, aunque considera imprescindible la unión de varias granjas para ello. Sin embargo, no tiene claro, subraya, la rentabilidad actual de esos proyectos.
En Unións Agrarias, Jacobo Feijoo, responsable de desarrollo rural y forestal, sostiene que si en Galicia no se han generalizado hasta el momento este tipo de proyectos es debido a que la comunidad no tiene problemas de saturación de los suelos por la acumulación de nitratos derivados del vertido de los purines, como sí sucede en otras zonas del país. «Aquí tenemos una agricultura ligada al territorio», subraya, aunque admite, no obstante, que «para explotaciones grandes, de 200 o 300 cabezas, las plantas de producción del gas renovable pueden ser un elemento que ayude a gestionar medioambientalmente esos purines y a la vez generar energía». En cuanto al aprovechamiento de los residuos de la actividad forestal, otra de las grandes fortalezas de Galicia en este mercado, Jacobo Feijoo incide en la preocupación existente en el sector con respecto a «la sostenibilidad del recurso», al existir dudas de si las plantas de biomasa quemarán residuos forestales o también madera. En el segundo caso, se estaría restando al mercado una materia que podría ser utilizada en la industria del tablero, con un mayor valor añadido y también con una mayor generación de empleo.
Benito Carril, de la Asociación Galicia Ambiental y experto en economía circular, también manifiesta sus dudas sobre el desarrollo futuro de las plantas de biomasa para producir energía, por cuanto los residuos forestales pueden tener múltiples salidas y no presentan los problemas medioambientales de otros tipos de desechos. Sin embargo, discrepa de que en la comunidad no existen problemas de saturación de los suelos como consecuencia del vertido de los purines, y apunta a comarcas como las de la Baixa Limia, en Ourense, o la del Deza. Los episodios de contaminación de las aguas han dejado de ser anecdóticos en algunos casos, «lo que es un síntoma evidente de que tenemos que hacer algo ya». La solución ambiental «es la construcción de plantas de biogás, con las que se obtiene energía y materia prima que se puede inyectar en el suelo, favoreciendo la economía circular».
Con masa crítica, tecnologías en gran parte probadas y legislación que empuja en esa dirección, ¿qué ha frenado hasta ahora un mayor desarrollo de esta industria en Galicia? El coste de los proyectos. Por ello, todos en el sector apuntan a la necesidad de que se establezcan incentivos, tal y como sucede en los países que tienen la mayor parte de las instalaciones. También se demanda una claridad normativa que aún no está despejada.
Pese a todo, y aunque aún queda mucho camino por recorrer, Galicia ya está dando algunos pasos de calado en este mercado. La comunidad cuenta con ocho plantas de biogás, con una potencia instalada de 13,5 megavatios y una generación de electricidad conjunta que asciende a 30 gigavatios al año. Así, las de Sogama, Nostián y Barbanza-Lousame obtienen biogás a través de los residuos sólidos urbanos, en las estaciones depuradoras de Bens y Lagares, de los lodos, en Carballo Biometanización, de los lodos industriales, y en Xustas Norvento, de los desechos ganaderos.
La experiencia de la depuradora coruñesa está impulsada por la Unidad Mixta de Gas Renovable, en la que participan Naturgy, el Centro Tecnológico Energylab y Edar Bens y tendrá una aplicación inédita, ya que parte del combustible será utilizado para alimentar las necesidades de carburantes de la flota de furgonetas de la estación depuradora y de un autobús urbano que realizará su ruta en el área metropolitana coruñesa.
Respaldo a las renovables
Con el proceso de descarbonización de la economía como un referente en la hoja de ruta de los países europeos hasta el año 2050, Galicia también se fija en otras tecnologías, debido al potencial que tienen para la generación de electricidad con fuentes renovables. Debido a que el viento o el sol no están disponibles durante todos los días del año, pero a que su peso cada vez es mayor en el mix de generación, se precisa del almacenamiento de esa energía, que ya está experimentándose a través de procesos con hidrógeno, y también de baterías de iones de litio, como el proyecto que ha lanzado Endesa en sus instalaciones de As Pontes.
Reganosa aporta conocimientos en estudios para la regulación de este mercado
En Europa existen medio millar de plantas de fabricación de biometano ?que puede ser inyectado en la red y consumido con el gas natural convencional?, pero si a esta cifra se le suma las de biogás ?que se utiliza principalmente para generar calor y electricidad?, la cifra se eleva hasta las 18.000. En España, debido a que es un sector muy incipiente y que falta regulación, algunos actores del sector están contribuyendo para aportar conocimientos y despejar las normativas que podrían regularlo. En ese caso se encuentra Reganosa que, como recuerda Carlos Vales, director de explotación de la compañía, ha participado en la elaboración de un estudio, publicado en el otoño del pasado año, en el que, entre otras cuestiones, quedó de manifiesto que España cuenta actualmente con potencial suficiente para sustituir por gas renovable el 10 % de todo el gas convencional que se está consumiendo. En estos momentos, la cifra de biometano que se está inyectando a la red ?desde la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Madrid, la de Valdemingómez? no alcanza ni de lejos el 0,1 %.
Pero además de participar en los foros autonómicos y estatales para la promoción del gas verde, la empresa con sede en la ría ferrolana también ha ido dando pasos para acreditar su laboratorio en este mercado. María Rey, jefa de regulación y laboratorio, explica que también participan en un proyecto internacional «que busca potenciar el gas natural licuado y el biogás como combustibles para el transporte».
Ayudas de la xunta
Mientras la rueda de la actividad en el sector se mueve en estos diferentes ámbitos, Galicia tampoco se queda parada en el establecimiento de ayudas propias para favorecer la puesta en marcha de proyectos de este tipo. Así, desde la Consellería de Economía, que dirige Francisco Conde, se incide en el establecimiento de dos líneas de incentivos para fomentar las instalaciones de producción de biogás. Por un lado, se encuadran en las ayudas para proyectos de ahorro y eficiencia energética en los sectores industriales y de servicios y, por otra, en las destinadas a favorecer iniciativas de energías renovables y de eficiencia energética en el sector agrícola primario. Entre ambas, la Administración autonómica movilizará unos 10 millones de euros en ayudas.