Se busca sucesor para el “hueco” que deja Vulcano.
Las firmas interesadas deberán comunicar una oferta al administrador con el compromiso de mantener la actividad • El ferri se terminó a pérdidas; la deuda ronda los 40 millones
Lara Graña - Vista aérea del astillero. R. Grobas
Lara Graña 02/07/2019
Factorías Vulcano es un tatuaje indeleble en la historia de la construcción naval española. Ha sido uno de los mayores astilleros privados de España, artífice de construcciones novedosas y de gran complejidad técnica y escenario de durísimos procesos de reconversión industrial. También fue capaz, a menudo a trompicones, de alcanzar el centenario. Pero ahora es un pretérito, un nombre que pugnará para que su fama trascienda lo “terrenal” –que diría el poeta Jorge Manrique– y permanezca en el tiempo por sus hitos, y no por los tropiezos. Porque la compañía solicitó ayer la liquidación voluntaria en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, ante la “imposibilidad de hacer frente a los pagos comprometidos y a las obligaciones contraídas”. No forzó más su propia historia; aquella aventura que arrancó en 1919 en la calle Canceleiro de Vigo como Talleres La Vulcano se terminó. La fase de liquidación abre la puerta ahora a la concurrencia de astilleros interesados en ocupar sus instalaciones, bien mediante subasta (la vía Factoría Naval de Marín) o con la transmisión de la unidad productiva.
El sector reclama que el vacío que deja “no se pierda y pueda reinventarse”
El desenlace de este proceso dependerá del plan que trace el liquidador y, a fin de cuentas, del juez. Ese plan será una hoja de ruta de cómo se van a vender los bienes de la compañía. “Dentro de esa fase –explica el abogado Ramón Ozores, socio responsable del Departamento de Derecho Concursal de On Tax & Legal– cualquier empresa puede concurrir y hacer una oferta” para que le sea transmitida la unidad productiva. Esto es, empleados, oficinas, licencias o maquinaria. Con una ventaja, la de asumir únicamente los pasivos laborales de Vulcano. Mediante esta vía el nuevo dueño mantendría la concesión de la Autoridad Portuaria, tanto del espacio que ocupa parcialmente en tierra (25.095 metros cuadrados, vigente hasta 2027) como de la lámina de agua, renovada el pasado viernes.