Así funciona el tanatorio de mascotas de Vigo
El crematorio de Vigo ha incinerado a cerca de 700 animales desde su apertura
marta clavero 26.01.2019 | 18:23
Hace algo más de un año Vigo ofrece los servicios de un tanatorio de mascotas. Al frente está Belén Abalde, una amante de los animales que al ver que la ciudad con mayor población de perros de Galicia no disponía de este tipo de establecimientos, no se lo pensó dos veces y puso en marcha Cremandogal. Quería ofrecer un adiós digno a los que para muchos es un miembro más de la familia.
En sus 14 meses de andadura, por el tanatorio han pasado sobre todo perros, pero también gatos. Aunque sus puertas están abiertas a todo tipo de animales domésticos. Belén recuerda despedidas a un hurón, una tortuga, un periquito o un loro. "Si me preguntas, ¿admitimos pulpo como animal de compañía?, bueno". Una broma que no está muy alejada de la realidad, ya que, aunque no se incineran animales de granja, "si admitimos un cerdo vietnamita, o una cabritilla, por ejemplo".
Hoy asistimos al adiós de Shaky, un buldog francés, cuyo dueño nos ha permitido asistir a su cremación. Así ha sido su paso del túmulo a la urna.
Incineración de Shaky. // Marta Clavero
Con Shaky ya son casi 700 los animales que han sido incinerados en este establecimiento. El proceso es similar al del fallecimiento de una persona, incluida la velación. Belén y su equipo, con Carlos y Mishi, el gato callejero que fue adoptado por ellos, hacen la labor de terapeutas cuando llega un nuevo cliente. "Aquí se llora exactamente igual que cuando lloras por un familiar. Y a veces más. Date cuenta que la convivencia con nuestra mascota es más intensa y más duradera en el tiempo que con las personas", comenta. Por eso, ellos se implican para hacer que su duelo sea lo menos doloroso posible. Recuerda con ternura el caso de Luca, un perro que congregó a abuelos, padres e hijos, para un velatorio muy especial. Y es que, mientras en cualquier tanatorio es difícil ver a un niño, aquí llega a ser hasta aconsejable. Ese día, en la sala de velación sonó la canción de Suzane Vega "My name is Luca". Es sólo una de las anécdotas que nos relata Belén en este vídeo.
"Aquí se llora igual o más que con la muerte de un familiar". // Marta Clavero
La sensibilidad por los animales de las personas que aquí trabajan forma parte del buen funcionamiento del servicio, a la hora de decirles adiós para siempre.